En
esta ocasión ha llegado a mis manos una joya poética cuyo título sugiere una
vuelta de tuerca a esos héroes que nos han acompañado desde pequeños, y ojalá
lo sigan haciendo con las generaciones venideras. David Morales, más que un
amigo, me ha regalado El corazón del Pirata, libro que
encierra el ánimo y los sentimientos de aquel pirata al que Espronceda solo le
permitió en su día valor y libertad. El de Antonio
Bosch Conde busca la libertad encadenado a su amada, entregándose sumiso,
tranquilo o apasionado, según el momento por el que pasa la relación.
El corazón del Pirata, no cabe duda, es un homenaje a
nuestro poeta romántico, pero su Canción no es tan dura, no reclama tesoros «ni le importan las victorias». Su canto
es sugerente, tanto que parece escrito para que cada lector lo interprete según
sus sentimientos.
La
obra de Antonio Bosch es abierta, por lo que va dirigida a un lector activo
capaz de construir la significación del poema-discurso llenando los vacíos que,
supuestamente, ha dejado el poeta; sin embargo, no falta nada; un torrente de
sensaciones nos espera al leer este libro, permitiéndonos asumir la tarea de
creadores de nuestra propia significación, consecuencia de las infinitas
posibilidades ofrecidas por el poeta
Será
la libertad de la lectura
la
que haga las funciones de maestro
Además
de los poemas, en los que predomina el verso libre y la prosa poética, que
conforman El corazón del Pirata,
encontramos otros apartados como Si
breve…, Sonetos y Clásicos desvirgados.
Las
composiciones que forman el primer apartado y que dan título al libro se
presentan a veces como un cuento. Inmediatamente, en ese principio, intuimos el
desarrollo y el final, «Era un día
después de una noche de infarto, ella era rebelde y obstinada, tanto, que
llegué a amarla por un momento». La inmediatez del momento evoca la
separación en un futuro, pero a veces el amor está compuesto de momentos
inmediatos en los que «caiga rendido sin
voluntad de escaparme».
Lo
novedoso de El corazón del Pirata es que
la poesía se iguala al cuento y ambos a la magia del arte y del sueño porque «A veces, algunas veces, me cansa la
realidad…».
A
veces da la impresión de que la experimentación formal es escasa; sin embargo
el mero hecho de disponer las palabras en un orden determinado, consigue que el
mismo término no signifique lo mismo si constituye el sujeto o el complemento
de la acción «Los arañazos se convierten
en arañazos». El verso adquiere diferentes connotaciones a las sustentadas
hasta ese momento «pero ya no eres tú»,
implicaciones en donde la escritura prosística permite personificar sus
sentimientos, «que he apuntado a mi
corazón a un curso de rehabilitación». El hermetismo significativo de
algunas metáforas se entrega, con diferentes matices, al proceso de
desambiguación, llegando incluso a conseguir que el verso signifique lo
contrario de lo que acaba de exponer «…iba
a decirte / tantas y tantas cosas».
El
poeta usa las metáforas para definir la poesía e igualarla a la amada, «esculpir con letras / esas curvas que me
vuelven loco». La importancia de la palabra es semejante a la de su amada y
así lo manifiesta con la rima utilizada para definir qué son para él los
libros:
«lo
que / alimentaba»
«esta
emboscada»
«la
cultura / prolongada»
«margarita
/ deshojada»
«tu
mirada»
Valiéndose
de sinestesias une, en un beso, la realidad y la imaginación; son las
sensaciones que le aporta.
Para
describir a la mujer que desea usa una enumeración de lo que supone la relación
con ella, destacando, entre todas las actividades, las anafóricas de rima
consonante
besos
en el coche
besos
en la noche
besos
con derroche
Con
la rima interna y la similicadencia expone lo que es el amor. Los juegos
polisémicos son importantes porque pueden expresar tanto una ruptura como la
belleza absoluta
Mis
besos serán los versos, / que acaricien a tus verbos
El corazón del Pirata está escrito en primera persona,
aunque a veces la abandona por la tercera, para ser testigo o por la segunda,
en diálogos con la amada. Incluso los versos impersonales se transforman, en la
universalidad del sentimiento amoroso, con similicadencias, términos homófonos,
anáforas, repeticiones, paralelismos o explicaciones que marcan los diferentes
tipos de amor y que no son ni de él, ni de nadie en particular, pero todos
podemos identificarnos con alguno: «Hay
amores sinceros y hay amores con celo». Y no cabe duda de que todos hemos
visto el mar, libre y acogedor, en los ojos amorosos de nuestra abuela
solo
las gotas del mar
enamoradas
de los ojos
más
bonitos
que
nunca conocieron
No
hay duda, Antonio Bosch escribe para que veamos nuestros propios sentimientos
reflejados en su poesía.
En
el apartado Si breve… la experimentación formal se multiplica; desde la
prosa poética hasta los micropoemas son adecuados para exponer los sinsabores
de una relación donde une lo concreto y lo abstracto, y los dos miembros de la
pareja en una unidad, la suya:
No
nos ponemos de acuerdo
Yo
tratando de vivir en tu cuerpo
y
tú que no sales de mi cabeza
Hay
poemas que, a modo de anuncios publicitarios, juegan con el tamaño, el grosor y
el color de las palabras para expresar un sentimiento tan universal que nos
parece inconcebible no haberlo dicho nosotros mismos, pues así lo hemos sentido.
En otras ocasiones, el autor juega con la relación significante-significado,
acomodando la escritura para que refleje sus propias apreciaciones. Es una
poesía altamente visual en la que las emociones personales se transforman en
aforismos universales
ycorazonesquelatenjuntos
pero a distinto compás
Hay
poemas que parecen dirigidos a la amada del poeta, pero el significante tiene
tanta autonomía que podemos ofrecer su significado a aquellos a quienes
nosotros como lectores creamos adecuados:
Un
hijo «Tengo tantos metros de piel para ti
U
otro ser querido.
La
forma clásica de la estructura de los Sonetos le sirve a Antonio Bosch
para tratar cualquier tema: Moderno: «y
no sé si mandarte otros watsApp»; figurado «Pretendo que rimemos por completo»; universal «Insisto en ver tu cuerpo sin cadenas»; familiar «Quisiera hacer con mi hija este soneto»;
amoroso o de desamor. Pero siempre en claro homenaje a la poesía renacentista.
Asimismo
Clásicos
desvirgados rezuma el reconocimiento a poetas de todos los tiempos,
pero el autor, haciendo gala del humor y la ironía, mantiene una actitud
crítica hacia el endiosamiento que lectores de otras épocas ofrecieron a sus
escritores. Bosch echa una mirada socarrona a algunos y admirada a otros
Escuché que la vida es sueño
pero al despertar la verdad
encuentro a las gentes con dueño
luchando por su libertad
Gracias,
Antonio Bosch por este reconocimiento a la escritura en general y a la poesía
en particular.
Gracias, David, por regalarme este tesoro.
Un trabajo extraordinario, Beatriz. Muchas gracias por ese análisis tan completo y cariñoso. Sencillamente Genial.
ResponderEliminarEl corazón del Pirata.
Gracias a ti por escribir. He disfrutado cada verso. Espero que sigas escribiendo. Un abrazo 🤗
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