martes, 26 de diciembre de 2023

EL CORAZÓN DEL PIRATA

En esta ocasión ha llegado a mis manos una joya poética cuyo título sugiere una vuelta de tuerca a esos héroes que nos han acompañado desde pequeños, y ojalá lo sigan haciendo con las generaciones venideras. David Morales, más que un amigo, me ha regalado El corazón del Pirata, libro que encierra el ánimo y los sentimientos de aquel pirata al que Espronceda solo le permitió en su día valor y libertad. El de Antonio Bosch Conde busca la libertad encadenado a su amada, entregándose sumiso, tranquilo o apasionado, según el momento por el que pasa la relación.

El corazón del Pirata, no cabe duda, es un homenaje a nuestro poeta romántico, pero su Canción no es tan dura, no reclama tesoros «ni le importan las victorias». Su canto es sugerente, tanto que parece escrito para que cada lector lo interprete según sus sentimientos.

La obra de Antonio Bosch es abierta, por lo que va dirigida a un lector activo capaz de construir la significación del poema-discurso llenando los vacíos que, supuestamente, ha dejado el poeta; sin embargo, no falta nada; un torrente de sensaciones nos espera al leer este libro, permitiéndonos asumir la tarea de creadores de nuestra propia significación, consecuencia de las infinitas posibilidades ofrecidas por el poeta


Será la libertad de la lectura

la que haga las funciones de maestro

Además de los poemas, en los que predomina el verso libre y la prosa poética, que conforman El corazón del Pirata, encontramos otros apartados como Si breve…, Sonetos y Clásicos desvirgados.

Las composiciones que forman el primer apartado y que dan título al libro se presentan a veces como un cuento. Inmediatamente, en ese principio, intuimos el desarrollo y el final, «Era un día después de una noche de infarto, ella era rebelde y obstinada, tanto, que llegué a amarla por un momento». La inmediatez del momento evoca la separación en un futuro, pero a veces el amor está compuesto de momentos inmediatos en los que «caiga rendido sin voluntad de escaparme».

Lo novedoso de El corazón del Pirata es que la poesía se iguala al cuento y ambos a la magia del arte y del sueño porque «A veces, algunas veces, me cansa la realidad…».

A veces da la impresión de que la experimentación formal es escasa; sin embargo el mero hecho de disponer las palabras en un orden determinado, consigue que el mismo término no signifique lo mismo si constituye el sujeto o el complemento de la acción «Los arañazos se convierten en arañazos». El verso adquiere diferentes connotaciones a las sustentadas hasta ese momento «pero ya no eres tú», implicaciones en donde la escritura prosística permite personificar sus sentimientos, «que he apuntado a mi corazón a un curso de rehabilitación». El hermetismo significativo de algunas metáforas se entrega, con diferentes matices, al proceso de desambiguación, llegando incluso a conseguir que el verso signifique lo contrario de lo que acaba de exponer «…iba a decirte / tantas y tantas cosas».

El poeta usa las metáforas para definir la poesía e igualarla a la amada, «esculpir con letras / esas curvas que me vuelven loco». La importancia de la palabra es semejante a la de su amada y así lo manifiesta con la rima utilizada para definir qué son para él los libros:


«lo que / alimentaba»

«esta emboscada»

«la cultura / prolongada»

«margarita / deshojada»

«tu mirada»

Valiéndose de sinestesias une, en un beso, la realidad y la imaginación; son las sensaciones que le aporta.

Para describir a la mujer que desea usa una enumeración de lo que supone la relación con ella, destacando, entre todas las actividades, las anafóricas de rima consonante


besos en el coche

besos en la noche

besos con derroche

Con la rima interna y la similicadencia expone lo que es el amor. Los juegos polisémicos son importantes porque pueden expresar tanto una ruptura como la belleza absoluta


Mis besos serán los versos, / que acaricien a tus verbos

El corazón del Pirata está escrito en primera persona, aunque a veces la abandona por la tercera, para ser testigo o por la segunda, en diálogos con la amada. Incluso los versos impersonales se transforman, en la universalidad del sentimiento amoroso, con similicadencias, términos homófonos, anáforas, repeticiones, paralelismos o explicaciones que marcan los diferentes tipos de amor y que no son ni de él, ni de nadie en particular, pero todos podemos identificarnos con alguno: «Hay amores sinceros y hay amores con celo». Y no cabe duda de que todos hemos visto el mar, libre y acogedor, en los ojos amorosos de nuestra abuela 

    solo las gotas del mar

    enamoradas de los ojos

    más bonitos

    que nunca conocieron

No hay duda, Antonio Bosch escribe para que veamos nuestros propios sentimientos reflejados en su poesía.

En el apartado Si breve… la experimentación formal se multiplica; desde la prosa poética hasta los micropoemas son adecuados para exponer los sinsabores de una relación donde une lo concreto y lo abstracto, y los dos miembros de la pareja en una unidad, la suya:


    No nos ponemos de acuerdo

    Yo tratando de vivir en tu cuerpo

    y tú que no sales de mi cabeza

Hay poemas que, a modo de anuncios publicitarios, juegan con el tamaño, el grosor y el color de las palabras para expresar un sentimiento tan universal que nos parece inconcebible no haberlo dicho nosotros mismos, pues así lo hemos sentido. En otras ocasiones, el autor juega con la relación significante-significado, acomodando la escritura para que refleje sus propias apreciaciones. Es una poesía altamente visual en la que las emociones personales se transforman en aforismos universales


ycorazonesquelatenjuntos

pero a distinto compás

Hay poemas que parecen dirigidos a la amada del poeta, pero el significante tiene tanta autonomía que podemos ofrecer su significado a aquellos a quienes nosotros como lectores creamos adecuados:


Una madre «Llevo tu nombre tatuado en mi pecho
                   …por la parte de dentro»

Un hijo        «Tengo tantos metros de piel para ti

                   que me caben millones de heridas»

U otro ser querido.

La forma clásica de la estructura de los Sonetos le sirve a Antonio Bosch para tratar cualquier tema: Moderno: «y no sé si mandarte otros watsApp»; figurado «Pretendo que rimemos por completo»; universal «Insisto en ver tu cuerpo sin cadenas»; familiar «Quisiera hacer con mi hija este soneto»; amoroso o de desamor. Pero siempre en claro homenaje a la poesía renacentista.

Asimismo Clásicos desvirgados rezuma el reconocimiento a poetas de todos los tiempos, pero el autor, haciendo gala del humor y la ironía, mantiene una actitud crítica hacia el endiosamiento que lectores de otras épocas ofrecieron a sus escritores. Bosch echa una mirada socarrona a algunos y admirada a otros


Escuché que la vida es sueño

pero al despertar la verdad

encuentro a las gentes con dueño

luchando por su libertad

Gracias, Antonio Bosch por este reconocimiento a la escritura en general y a la poesía en particular.

Gracias, David, por regalarme este tesoro.

2 comentarios:

  1. Un trabajo extraordinario, Beatriz. Muchas gracias por ese análisis tan completo y cariñoso. Sencillamente Genial.

    El corazón del Pirata.

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    1. Gracias a ti por escribir. He disfrutado cada verso. Espero que sigas escribiendo. Un abrazo 🤗

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