sábado, 12 de julio de 2025

LECCIONES DE AMOR EN BALI

Está claro que al hablar no nos comportamos igual si tenemos delante una cámara. Al hacernos una foto, posamos para que se refleje lo mejor de nosotros mismos. Al grabarnos en vídeo nos esforzamos en vocalizar, mantener la postura correcta, sonreír y mostrar naturalidad. Las ideas han de estar organizadas si pretendemos quedar satisfechos con el resultado.

Esto es lo que le ocurre a la protagonista de Lecciones de amor en Bali, Marina, que decide grabar un vlog para beneficiarse a sí misma y conseguir mayor autoestima, «se siente paralizada y sin ideas. Además su sentido del ridículo no para de aguijonearla como si le hubiera salido un horrible grano en la barbilla».

Miguel Griot es un defensor de los derechos humanos; lo descubrimos en Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje, cuando nos sensibilizó para promover la inserción social al mismo tiempo que denunciaba la esclavitud infantil. La obra de Iqbal Masih constituye una mezcla de novela y documento periodístico, no apto para acallar conciencias, totalmente recomendable.

En Once contra uno, el autor experimenta con la representación teatral para advertir a los jóvenes de las condiciones sociales que algunos deben afrontar y de la presunción de inocencia de todos, da igual la raza, etnia, religión o nivel social, hasta que no se demuestre lo contrario.

Con El plan A, Miguel Griot es consciente de vivir en una sociedad en la que lo importante es la imagen y el qué dirán, por lo que propone diferentes maneras de enfrentarse a la vida según hayas o no triunfado. Datos reales y psicológicos encuadrarán esta obra como una autoayuda.

En Lecciones de amor en Bali, Griot se mantiene fiel a su forma de vida y a su literatura. Ahora la autoayuda no viene sola; también en los demás podemos encontrar la seguridad que nos falta para actuar y ser felices.

En esta ocasión, Marina es una joven, hija de divorciados que vive rodeada de posibilidades económicas, pero su inseguridad emocional hace que no se sienta a gusto consigo misma. Decide empezar un vlog aprovechando unas vacaciones en Bali, residencia donde su padre está trabajando como ingeniero. Pero algo dará la vuelta a su vida. Nada es lo que ella creía. Necesitará la ayuda de personas cuya lucha tiene que ver con la supervivencia, no con los problemas más superficiales a los que ella estaba acostumbrada. Traficantes de arena, corrupción policial y estatal, amenazas de muerte… Las islas paradisíacas de Indonesia pueden ser un infierno para muchos de sus habitantes «Sin el menor disimulo el funcionario coge el sobre, lo abre y lo cuenta». Cuando Marina es consciente de la realidad, no duda en creer en ella misma, aprovechar la ayuda que le ofrecen sus verdaderos amigos y poner su granito de arena para salvar el planeta y de paso adquirir seguridad en sí misma.

El diseño de esta historia está conformado, entre otras razones, para encontrar lo positivo en el uso de las redes sociales «grabar este vídeo y subirlo a YouTube equivale a salir de mi zona de confort». Y por supuesto, para apoyar a los adolescentes en su desarrollo personal y social. Que sean conscientes de la importancia de tener autoestima y establecer relaciones que impliquen tomar decisiones, para llegar a experimentar una vida con éxitos que merecen la pena.

Con la ayuda del vlog, Marina es capaz de superar sus sentimientos negativos, la inseguridad que siempre la ha acompañado y llegar a valorarse realmente.

A través de las redes sociales conecta con sus seguidores mientras fortalece su identidad.

A través de los vídeos que graba, facilita la comunicación y la interacción con jóvenes de todas las partes del mundo. Marina se siente acompañada, a pesar de la distancia, y poco a poco percibe que su labor está siendo fundamental en la conservación del planeta «vuestra labor de difusión será fundamental, que compartáis mis vídeos […] hará que mucha más gente sea consciente de lo que está pasando».

Lo curioso es que al tener una meta concreta ella se valora más; esto da sentido a la pregunta que constantemente se hace: «¿Qué haría una persona que se ama». La novela es un ejemplo perfecto para explicar este concepto algo abstracto para los jóvenes, ¿qué quiere decir quererse a uno mismo? Al leer Lecciones de amor en Bali encontramos la respuesta, y no tiene que ver con lo que ahora está tan a la orden del día. Quererse a sí mismo no es cuidar el cuerpo sometiéndolo a entrenamientos de ejercicios y dieta incansables. Quererse a sí mismo es encontrarnos bien donde quiera que estemos, lo que implica no dañar a nadie ni a nada. Vivimos rodeados de naturaleza que nos proporciona recursos increíbles e influye en nuestra forma de vida. Vivimos abrazados por gente que merece nuestro apoyo y cariño.

A largo de la novela, Marina se da cuenta de lo maravilloso que tiene a su alrededor y del peligro que corre ese paisaje, por lo que decide compartir sus grabaciones para que lleguen a todos los rincones del mundo. Marina utiliza las redes sociales con el fin de que otros jóvenes se movilicen y actúen según sus posibilidades «Por eso os invito a que […] reaccionéis a esta vídeo de forma más creativa. Salid de casa, id a la playa […] al parque o al bosque […] hasta que descubráis algo que os llame la atención […] haceos una foto para subirla a las redes sociales con la etiqueta #NoTienePrecio y un enlace a este vídeo».

El mensaje que lanza la protagonista rompe barreras geográficas y conecta con todo el mundo, incluidas las autoridades de Bali que a pesar de tener implicados corruptos en el trato de la arena, se disponen con rapidez a encarcelar a cualquier involucrado.

Es cierto que habrá más desfalcos, más corrupción, pero lo importante es dejar en los jóvenes la conciencia de lo que está bien, que no es otra cosa que actuar con lo que nos rodea de la misma forma que actuamos con nosotros mismos.

La importancia de Internet va más allá de subir experiencias personales; es una poderosa herramienta que permite conectar con otros y tener oportunidades de acción que impulsen la creatividad y la autoestima «y cuando terminé de vestirme lo tuve aún más claro […] No quiero que mi autoestima dependa del juicio de otra persona».

Normalmente los jóvenes son inseguros. Marina lo es, por eso cuando es consciente de que sus vídeos son vistos por miles de personas deja salir a flote sus complejos «habrán percibido mi falta de frescura…» pero pone fin a su represión haciéndose ver qué es lo importante. El uso de la tercera persona para referirse a sí misma la ayuda a ver la importancia que ha adquirido, «Esos seguidores está ahí por ti, por cómo eres y por cómo lo cuentas».

El estilo de Miguel Griot engloba términos de la jerga juvenil «pues le interesaba entre cero y nada», «me da mucho yuyu», «sin agobios y de chill»; anglicismos usuales entre los más jóvenes «Oh, yeahhh!»; expresiones de clase social alta «cada tres palabras mete un cool (guay) o un ¿sabes qué te digo?»; apodos localistas «No está mal la bulé» o términos indonesios «marung»; descripciones de acciones, «se muerde el labio y arruga la nariz» que denotan pensamientos o sentimientos; frases repetitivas que promueven la reflexión «¿Qué haría alguien que se ama?»; capítulos cortos, que facilitan un ritmo rápido de lectura; títulos de algunos capítulos como partes de un vídeo blog, concretamente los que tienen como tema central las actividades que Marina graba en algún momento «13 #POTATOHEAD» y que se diferencian en que los demás solo van numerados «14». La presencia de las redes sociales es fundamental, pues, en la historia, de hecho términos como “YouTube” o “deep mets” son usuales.

Lecciones de amor en Bali es algo más que lecciones de amor. Asistimos a los primeros escarceos amorosos, es cierto, de Marina y Ananda, un chico balinés, pero Miguel Griot transmite en la novela el amor por la naturaleza, el amor hacia quienes nos rodean y sobre todo el amor hacia nosotros mismos.

Mediante la lectura seremos conscientes de que hay diferentes formas de vida, relacionadas con los estudios o con el trabajo y todas son perfectamente válidas y respetables: «Venimos de caminos muy distintos (sin duda, el suyo mucho más difícil)».

Tras la lectura nos sentiremos parte de este mundo tan diferente, de tradiciones tan distintas y de personas tan iguales.

1 comentario:

  1. Qué puedo decir, Beatriz, me has vuelto a emocionar. Muchísimas gracias por la reseña, prácticamente un pequeño ensayo de la novela. Una foto con cabeza y corazón de lo que quería contar y cómo. Un enorme acicate para seguir escribiendo. Muchas gracias de nuevo.

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