Realmente
la vida es un cúmulo de casualidades, puede que sean causalidades y entonces
nos introducimos en la espiral de que no hay nada nuevo inventado sino que cada
momento es sucesión del anterior, cada situación un continuo, cada pensamiento un
déjà vu. Y si seguimos trazando estos
círculos llegamos al gran planteamiento, ser o no ser, abordado en otro
apartado, y que aquí retoma Juan José Millás. ¿Qué es la realidad? ¿el mundo que nos
rodea o el universo novelado?
Esta
es la sensación que me ha dejado La mujer loca, novela con la que, yo
al menos, he recuperado al primer Millás. He vuelto a intuir estar ante un
genio que además, o por eso, tiene un sentido del humor con el que se ríe de
todo, incluso de él mismo y, sin embargo toma la vida con absoluta seriedad.
La
mujer loca es una
novela sobre la concepción de la novela. Una “metanovela” de estructura no
lineal en la que el narrador no omnisciente Millás cuenta lo que le va contando
a su vez el protagonista Millás, quien demuestra constantemente ser capaz de
hacer dos cosas a la vez (pero, ¿los hombres no estaban incapacitados para
eso?).
Millás, personaje, habla con su psicoterapeuta octogenaria mientras se
desdobla en su otro Millás, al que siente como si se tratara de su gemelo o de
él mismo, ya que a veces no lo diferencia de su otro yo. En este proceso
discurre sobre la creación de esta novela, y de paso reflexiona junto a la
pescadera en paro, Julia, sobre las condiciones laborales, la fidelidad, las
relaciones familiares, los problemas de la escritura, las funciones de la
gramática, los bloqueos de la mente (o desbloqueos)…, todo envuelto en el
típico humor del autor, salpicado de sutiles toques de amargura. Si al lector le
cuesta a veces diferenciar lo real de lo inventado, dónde empieza uno y dónde
lo otro y qué debe tener en cuenta, la protagonista Julia, en su locura, va
desgranando las verdades de la vida, y el protagonista Millás, en su otredad,
llega a entenderse un poco mejor.
Pero
este proceso Millás-Julia se desdobla en otro, Millás-Emérita, el cual
aprovecha para abordar la eutanasia, el suicidio, el asesinato. Estas
situaciones reales se abren a su vez a otras latentes en la imaginación.
Asimismo,
la novela de forma intermitente se desdobla en una vía real extraída “Del
diario de la vejez de Millás”, enfoque humorístico con el que el autor
contempla las obsesiones propias de este periodo.
Pues
la dualidad no termina ahí; en los dos últimos capítulos, el personaje-escritor
se despide en un futuro hipotético de los que han conformado la novela, seres
que no existen, que han poblado un desdoblamiento de la realidad.
Bueno, éste sí que no me lo pierdo.
ResponderEliminarEnhorabuena por el genial artículo!! El libro tiene pinta de ser tan interesante en las formas como en el contenido.
Recomendación apuntada ;)
Me alegro de que te guste. El libro se lee con absoluta facilidad, la sonrisa aparece constantemente mientras aprendemos o recordamos conceptos de morfología. Si no has leído nada de Millás te recomiendo, además "La soledad era eso" o "El desorden de tu nombre". Me gusta este autor porque es ameno, profundo y tiene un gran conocimiento de la mujer; en casi todas sus novelas la protagonista aparece un tanto desquiciada o neurótica, esto en un principio parece rasgo humorístico, pero en realidad es más profundo, es un querer introducirse en la mente de la mujer para entenderla y, por supuesto, tratarla con un respeto y, yo diría que admiración, absolutos. Un saludo, y, sigue leyendo.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta recomendación. Me lo he pasado muy bien durante su lectura, a pesar de cierto regusto amargo que se esconde tras el humor. La trama gramatical me parece una genialidad propia de un Millás en plenitud de facultades
ResponderEliminarY ya que hablas de casualidades, de nuevo nos encontramos con Mme. Bovary.
Espero que continúes con recomendaciones de este nivel. ¡Gracias de nuevo!
"...hay suicidios reales de los que nadie habla y el de Emma Bovary, siendo imaginario,lleva ocupando miles de páginas desde que sucediera. La ficción, a la larga, aguanta más que la realidad. En el corto plazo, en cambio, se impone la realidad." ("La mujer loca"- Millás -)
EliminarPues sí! Millás alude a Emma Bovary, ¿casualidad? Personalmente creo que los grandes se citan o se hacen guiños para que los lectores no nos olvidemos de ninguno.
Por cierto, ambas protagonistas tienen algo en común, ninguna está loca sino que la vida que les ronda por su imaginación tiene más sentido para ellas que la real.
Gracias por leer!