Tengo
en mis manos un libro de poemas que no termino porque una vez leído el último,
y dispuesta a analizarlo, recuerdo unos versos, o un título y lo retomo; esto
me lleva a otro y luego a otro, así que aquí estoy, leyendo, releyendo y extrayendo
sentimientos que me son tan afines.
Mi
hermana me pasó el libro, que a ella le dedicó la autora, una amiga, y yo no sé
si se lo voy a devolver porque dudo que pueda decir en algún momento que lo he
terminado. De todas maneras, gracias, Toñi, por acordarte de mí y gracias, Nuria Sánchez Nicolás, por dejar en tus
versos la ira contenida, o no, por las injusticias que esta sociedad no se
cansa de cometer.
El
lenguaje de Versos de hiel es directo, los temas son variados aunque
mantienen un hilo conductor. En cualquier caso la poeta deja al descubierto las
emociones que desgarran su corazón para que el vigor desprendido llegue a todas
las almas o a aquellos que tienen alma, porque Versos de hiel supone la búsqueda de lo esencialmente humano.
Para
encontrarlo ahonda en la memoria; es a través del recuerdo donde quiere ver el
futuro. Este presente no le gusta. Un presente que posterga la paz y la
justicia para los débiles. Un presente que se olvida de formular una crítica a
esta realidad que nos rodea. De estos versos tan amargos se desprende el
reproche a nuestra sociedad superficial, consumista, egoísta, deshumanizada.
Nuria
Sánchez busca la soledad mientras reflexiona sobre el caos que, el pretendido
orden del primer mundo, envuelve al primer mundo. Surge entonces una tensión
que sobrepasa su estado emocional y aviva la conciencia del lector.
Sin
embargo, el compromiso moral de la autora no anula la estética de los poemas.
Las personificaciones permitan éticas abstracciones para que puedan llegar a
todo tipo de lector, aunque exijan una lectura activa:
Rebajas
del ideario humano con bulímicos pensamientos
[…]
acallando
hambrientas masas con frágil destino
(Sociedad y colapso)
La poeta
nos obliga a centrar la atención en la existencia que presiona hasta dejar
desamparados, a los más débiles, que ven, impotentes, cómo quedan en la soledad
y en la muerte. No siempre usa metáforas; los sentimientos más indignados traen
imágenes reales, acusadoras con el objetivo de remover conciencias, que ningún
malentendido esconda lo que quiere denunciar «Porque malditas son las bombas que matan sin justificación» (Gaza).
Aunque
la poesía, en general, sigue siendo minoritaria parece que se encuentra en un
momento de plenitud. Probablemente por tantos sucesos, inconcebibles por
opresivos, que marcan nuestra actualidad. La voz de Nuria Sánchez entra en este
presente con estéticas de una de las épocas más combativas; su palabra contiene
rasgos de la poesía social, comprometida con los frágiles; por eso, hoy, la
mujer es tema importante en sus páginas.
Asimismo
Versos de hiel se hace eco de la
poesía de la experiencia, lejos de cualquier acartonamiento; incluso permite
alusiones explícitas al lector que hacen referencia a conflictos actuales: «Es solo un lamento sirio que afronta el
mañana / y el desgarrador silencio de oscuras miradas» (Lamento sirio).
Estas
menciones llegan a apoderarse de la segunda persona para citar de forma
individual a las víctimas de cualquier conflicto o maltrato. Da lo mismo. En
cualquier caso los agredidos quedan destrozados física, psicológicamente o
condenados al olvido social.
Otras
veces, las alusiones son menos explícitas porque lo engloban todo, integran
nuestro presente; es el día a día de cualquier sociedad. Afecta, como siempre,
a los más desprotegidos: a los considerados inferiores por los seres humanos
del llamado primer mundo y a la mujer, aún hoy contemplada como inferior al
hombre, por lo que, en las “sociedades avanzadas” el maltrato se estabiliza.
Sánchez
Nicolás lo denuncia todo, a los maltratadores y a la sociedad que los permite.
Denuncia la ira y el desprecio del maltratador. Denuncia las palizas del
torturador y las torturas del verdugo. Y, tras cada situación, como si de un
estribillo se tratase, denuncia nuestro silencio
Todos
callan
nadie
habla
para
que seamos conscientes de cómo actuar; así, con un quiasmo significativo alerta
de que podemos cambiar el final.
Ahora
todos hablan
y
ella calla
D.E.P.
(Miradas
de complicidad)
Versos de hiel se va alejando del yo poético para
adentrarse en la reflexión, y poder manifestar preocupaciones políticas,
sociales o existenciales: «Desde el
Primer Mundo lanzamos desperdicios y en el hogar de la pobreza observan
atónitos la acción del hombre y tanta (des)vergüenza» (Planeta B).
Pero
no por esto abandona la armonía en el plano de la expresión; en ocasiones, el
contenido, profundo, queda enmarcado entre la primera y la última estrofas. Es
lo que encontramos en Ecos del pasado,
donde nos recuerda que la opresión de la mujer trae endiosamiento del hombre y
cosificación de la oprimida
Saturada de verbos imperativos
[…]
de tacones en Occidente y pies vendados en Oriente
Un recuerdo que la poeta quiere circunscrito a la esperanza del presente. Siempre. En el inicio:
Ella camina con paso firme
decidida… Sin miedo
Y al
final de nuestra andadura
Ella camina con paso firme
decidida…
Sin miedo.
La
voz de Nuria Sánchez se suma así a la de quienes han querido ver una
posibilidad de reconciliación entre los hombres y el mundo.
Si
en la Generación del 27 muchos versos, como los de Gabriel Celaya, incentivaban
a la lucha por la igualdad a través de la palabra
Tal
es mi poesía…
[…]
Tal
es, arma cargada de futuro expansivo
con
que te apunto al pecho
en
la actualidad, los versos de nuestra autora nos impulsan a denunciar mediante
la voz: «Puede que consiga empuñar un
arma y disparar versos» (Puede que…)
Asimismo,
al igual que en el cuento de Meritxell Martí, Sunakay, se denuncia la sociedad apocalíptica a la que nos
acercamos, el punto sin retorno en el que el planeta está siendo destruido por
el afán de poder, en Versos de hiel,
Nuria insiste en la catástrofe y en quiénes serán los más afectados,
porque
para los de abajo no hay planeta B
y
si lo hay
la
B será de BASURA
La
poeta está dispuesta a no silenciar lo vergonzoso con similicadencias
Sociedad
y colapso…
tan
solo SUCIEDAD
con
ironías
Querido
amor… taciturno compañero
con
sarcasmos
Pasen
y vean
disfruten
del atroz espectáculo
Satisfagan
su odio a lo desconocido…
con
aliteraciones que aumentan el dolor
Queja:
quebranto, querella y quimera
con
polisíndeton que agranda la inutilidad del consumismo
precios
y saldos y liquidaciones
y
a lo lejos… un pasillo desierto
con
experimentación tipográfica que explora nuevas esperanzas
subiendo escaleras
a
j
a
n
d c
peldaños, abriendo puertas
i
n
a
n
soñando
Una esperanza que, a pesar de todo, no pierde y que la hallaremos en la sencillez de la inocencia. El poema final, Caleidoscopio, representa la metáfora del ser humano que siente nostalgia de la niñez. En ella renacerá humanizado, «en un ritmo acompasado con triangulares destellos».
Gracias hermana, por apoyarme siempre, y por hacer un esfuerzo y leer este magnífico libro.
ResponderEliminarY gracias a Nuria por confiarnos su libro y sus poemas llenos de vibrantes emociones.
ResponderEliminarCómo no te voy a apoyar!!! Te quiero.
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