Ha
sido un placer descubrir a Andrés Pociña. Otra alegría que me llevo de la Feria
del Libro de Madrid. Medea, Safo, Antígona son tres piezas dramáticas, como reza el
subtítulo, con un punto en común: tratan sobre tres mujeres de la Antigüedad
Clásica, si bien sólo una de ella es real. Pero tienen otra coincidencia que
las iguala; ahí empieza la magia del teatro, y es el punto de vista femenino de
las tres historias. He quedado gratamente sorprendida al descubrir una Medea
que, no es la malvada bruja que habíamos estudiado en la mitología sino que,
nos hace ver los hechos ocurridos con Jasón, razona sobre ellos y sobre las
circunstancias que la llevaron a matar a sus hijos. Situación que hoy no es
perdonable, dada nuestra sensibilidad tan distinta a la de la época Antigua;
aun así empatizamos con ella, por las circunstancias que rodearon al filicidio.
He
quedado en paz con la poesía, con Safo y con la emotividad que emana tanto su
forma de ser como su palabra; una mujer que a pesar de tener en contra a toda
su época, lucha por despertar el interés femenino en la cultura.
He
quedado arrobada con Antígona; es verdad que la fuerza de este mito siempre me
ha fascinado, pero al leer Antígona ante los jueces, la oleada
de rabia e impotencia que me ha invadido ha hecho que desee para mí su
integridad, su fuerza y su convicción ante los actos que lleva a cabo.
Lo
que más ha conseguido sobrecogerme es que el punto de vista femenino se lo ha
dado un hombre. (He investigado algo sobre él y sólo he visto títulos que aluden
a mujeres, lo que seguro me permitirá seguir leyéndolo).
Las
tres piezas dramáticas tienen diferentes estructuras: Medea en Camariñas es un monólogo en el que sin embargo entran a
escena otras mujeres cuyas funciones son la catártica y las de ayudar a que la
protagonista consiga establecer la de reflexión, la terapéutica y la
comunicativa, pues estas figurantes -lavanderas, como Medea- dan pie a la
protagonista para que se enfade, se entristezca o se emocione mientras cuenta
su versión de lo sucedido años atrás: por qué se unió a Jasón, por qué no se
separó de él, qué pasó con su hermano Apsirto y por qué llegó a matar a sus
hijos, hecho que será su condena durante toda su vida.
En
el monólogo mezcla su historia pasada con las acciones que hacen las demás en
el presente, y mezcla lo ocurrido con lo que después se escribió «¡Todo pura mentira! A mí me hace gracia ese
ingenio fantástico que tienen los hombres, os lo juro: son capaces de inventar
las cosas más estrafalarias del mundo para explicar las más sencillas; pero no
les ponen ningún sentido común. ¡Qué rabia da cuando se te resbala el jabón de
las manos y va a parar al fondo del agua! No te preocupes, Sabela; coge este
panal mío si quieres...» De esta forma la estructura mantiene una unidad,
todas las acciones forman un todo y ayudan a que la composición de los hechos
sea recordable.
En
el monólogo hay alusiones a los escritores de Medea, con lo que se mantiene la
idea de inmortalidad, de mito, aunque cambie la historia, sobre todo para
desmitificar a Jasón: «Jasón y los otros
estaban en el barco, preparados [...] dispuestos a huir si nos descubrían. En
realidad los que robamos la oveja y el carnero [...] fuimos yo y mi hermano
Apsirto [...] Apsirto [...] muerto de miedo dejó escapar la oveja [...] yo
arrastraba el carnero, más difícil de sujetar. De este modo fue como huyó Jasón
de Cólquide, así fue como huyó Medea del reino de su padre, de noche, a
escondidas [...] ¡Ya veis amigas, que leyenda más gloriosa!».
Es
muy importante la puesta en escena, el juego de acciones, la relación ente los
significantes y el referente. Importantes los signos no lingüísticos, las
miradas de aquéllas que no hablan. Importante la acción principal que se lleva
a escena: lavar la ropa sucia, signo inequívoco de purificación, no sólo para
Medea sino para la mujer en general «Sin
embargo no vayáis a pensar que yo me enamoré de Jasón. Os repito que esto fue
simplemente lo que más me fastidió, que todos cuantos hablan de mí, vosotras
mismas, no me mires así, Rosina, que imagino muy bien lo que diréis de mí
cuando no estoy delante [...] Porque si yo fuese bruja, como dicen [...] ya me
habría arreglado de otra forma en Camariñas, y sacaría para no tener que vivir
en esa pobre cabaña, llena de goteras».
Medea
representa la pasión sexual de la mujer llevada hasta sus últimas consecuencias
«Cuando miraba para ti, no sabías que
hacer, porque te venía como un escalofrío que te recorría el cuerpo...» por
lo que no es de extrañar que ella, que lo dio todo por un hombre del que se
siente despreciada, humillada, incluso violada, entre en una locura transitoria
cuando se va a ver desposeída de lo que más quiere «...que Jasón se va a casar con la hija de Creonte, que yo tengo que
marcharme de Corinto y, sin embargo, mis hijos [...] debían quedar con el
padre, que ya los cuidaría su nueva mujer...»
Todo
el monólogo destila una sensibilidad especial hacia la situación de la mujer.
Medea, apartada del resto de lavanderas al principio, es signo de soledad. El
silencio que la rodea es signo de la censura a la que ella, portavoz de muchas
mujeres, ha sido sometida; sin embargo aparece, al menos entre las mujeres, un
signo de comprensión al rodearla para seguir escuchando con interés su
historia.
Atardecer
en Mitilene, como
su nombre indica representa una charla entre Safo, mujer madura y un grupo de
alumnas, todas jóvenes. Además aparece un figurante, un portero que no dejará
de tener su punto irónico al final, sólo con gestos, ante la orden que le da
Safo, cuando todas se han ido a dormir.
El
escenario es de alegría, paredes blancas de un patio, macetas con flores de
colores, dos chicas pintando, una la pared, de blanco, otra los soportes de las
macetas, de verde. El resto está rodeando a Safo en sillas de anea. Destacan
pues los signos visuales, el atardecer alude a la madurez de la protagonista,
al momento propicio para las confidencias, a la nostalgia, pero ante todo a
tomar consciencia de lo que somos.
La
poetisa Safo va vestida de blanco, color que le aporta pureza aun a pesar de
sus años; está claro que por su posición y vestimenta es un referente para la
juventud. Todas las chicas llevan vestidos claros, símbolo de ingenuidad. El
significado de la escena, de ese signo teatral que han formado entre todos es
delicioso: se debe educar a la mujer no sólo para los trabajos del cuerpo, de
la casa, sino también en el espíritu, el arte, la cultura.
El
diálogo no defrauda, además de suponer un placer escuchar algunos de los versos
de esta mujer del siglo VI a.C.
Amor
agitó mis entrañas
como
un viento que baja el monte abatiendo las encinas
Es
un placer la llamada de atención que el autor, a través de la protagonista,
dirige a las mujeres jóvenes de hoy «...te
diría que últimamente nos estamos pasando un poco con tantos epitalamios. [...]
le estamos dando demasiada entrada a hombres hermosos en nuestros versos (se
queda callada, pensando). Quizá también en nuestras existencias. (Con
decisión). Es preciso retornar de nuevo a nosotras mismas. Antes que nada a nosotras.»
Básicamente
éste es el mundo de la representación, la enseñanzas de Safo a sus discípulas,
en las que predomina la verdad que debe rodear nuestra vida, la honradez, la
necesidad del estudio, de la cultura para ser mejores, y por supuesto el amor, pero
de una sensibilidad no usual entre los hombres de su época, por eso no es de
extrañar que, la mayoría de las veces, lo encontrara entre las propias mujeres
y
cuando ríes seductora. Esto
hace
saltar mi corazón dentro del pecho.
Aunque
debió luchar contra la época, contra los hombres, y contra la propias mujeres
en su recinto idílico pues todo, fuera de esas paredes, era una realidad burda,
brutal y despiadada... ¡Qué cerca tenemos nuestra sociedad a la suya! ¿Es que
el mundo no cambia?
Safo.- Había un barco de fuera [...] llevaban jóvenes
mujeres negras, todas con las manos atadas, supongo que para impedir que se
arrojaran al mar para escapar
[...]
Irina.- Y allí las venden como esclavas
Filenis.- Y cuando hay
menos suerte como putas.
Mégara.- ¿Y tú no
protestaste Safo?
Safo.- Lo hice ante la guardia del puerto. Me
contestaron, con más sorna que respeto [...] serían la primeras en quedarse sin
comer ni beber si insistía en mi denuncia.
Antígona
ante los jueces
es una obra teatral en un acto. La protagonista se convierte en acusada y
abogada del cargo que se le imputa: Desobedecer la ley impuesta por el rey que
consistía en la prohibición de enterrar a su hermano Polinices por considerarlo
un traidor y atentar contra Tebas.
Los
signos escénicos aportan interesantes significados que, como las obras
anteriores, acercan esta Antígona no sólo a la actualidad sino a la categoría
de personaje real.
En
el escenario hay un tribunal que presume estabilidad y justicia al estar
presidido por el rey Creonte con dos jueces y 2 juezas, lo que nos trae, no sin
un punto de ironía, a nuestra paridad actual.
Al
otro lado del escenario está el coro formado por cuatro hombres representantes
de cuatro pueblos diferentes, voces que se levantarán primero en defensa de
Antígona pero que poco a poco irán callando ante las órdenes del absolutista
Creonte. Asimismo hay un pueblo 5 en las primeras filas del público; una forma
de imbuirlo como personaje para hacerlo partícipe del conflicto de la
protagonista. Antígona queda en el centro, símbolo de la soledad. Es un signo
polisémico pues representa la soledad del hombre frente a la masa del pueblo.
Representa la indefensión del ser humano ante un dictador. Representa el
menosprecio de toda la sociedad hacia los sentimientos frente a las leyes
humanas. Representa la fragilidad de la mujer frente a la fiereza del hombre.
La
puesta en escena subyuga; destacaremos la función renovadora de códigos, la
función de reflexión; poco a poco van contando con analepsis los comienzos del
argumento, pues para captar rápidamente la atención del público, la obra
comienza in medias res, además de que, desde el principio el público de la sala
es tratado como público del juicio. La función revitalizante aparece en la
liberación de la mujer, ella es su propia defensora y ella es quien decide su
final, y por supuesto, al cuestionar las leyes partidistas que rigen un país se
incide en la función de crítica socio-política. En general la obra hace honor a
los cuatro verbos imprescindibles de la retórica aristotélica para el teatro: Movere, Conmovere, Docere y Delectare.
El
personaje de Antígona es único, de una fuerza increíble, adquirida, sin duda,
en su relación con los otros personajes. Antígona es una mujer joven; es la
única característica en la que incide el autor, pue según la mitología murió
joven. El resto de marcas que la caracterizan no tienen importancia, da igual
cómo vaya vestida o lo que lleve puesto. El personaje irá convirtiéndose en
persona, se hará creíble al interactuar
con los otros; mediante gestos, silencios, obviedades en el turno de palabra
que no respeta o su propia voz se va constituyendo en ser, nos va revelando su
interior. Antígona ocupa entonces, en el lector, un puesto entre los seres indefensos
que pueblan la sociedad, aquéllos que aun sabiendo que todo lo tienen perdido
no cambian su opinión ni reivindicación en lo más mínimo. Antígona es portadora
de un conflicto que, a lo largo de la trama, está inmerso en el conflicto de
otro personaje y unido, por medio del Pueblo 5, al conflicto del público. El
conflicto personal se hace grupal, social, humano y se convierte en Conflicto
Universal.
Si
tenemos en cuenta que cada conflicto de la obra representa un punto tensional,
podemos decir que el conflicto teatral es lo que más se parece a la vida.
Y si
tenemos en cuenta que la tensión de Antígona arrastra a la tensión de Creonte,
a las de los jueces y a las del propio público, llegamos a la conclusión de que
Antígona no es un simple personaje teatral, es un mito en el escenario, porque
universalmente nos identificamos con la defensa del amor.
La
Antígona de Pociña no incide tanto en la ley divina de a.C., según la cual
había que enterrar a los muertos para que su alma no vagara eternamente, sino
en la compasión, en la pena que le da dejar el cuerpo de su hermano, sin
abrazarlo, sin limpiarlo, sin cubrirlo tras su muerte.
Tres
joyas dramáticas que, indudablemente estoy deseando ver en escena cuanto antes.
Atardecer en Mitilene.
ResponderEliminar‘Atardecer en Mitilene’ es una obra perteneciente al teatro contemporáneo, escrita por Andrés Pociña. En ella se da una conversación entre Safo y las muchachas a las que enseña, plagada de temas de gran importancia como el amor (en todas sus formas), la esclavitud, y la constante lucha entre la libertad y la opresión de la mujer.
Uno de los rasgos más destacables de la obra es, a mi parecer, la forma en la que el autor le devuelve la vida a Safo creando una situación pasada que se nos presenta realista y actual a los lectores. Pese a su localización (Lesbos) y su fecha (S.VI a.C), la obra vaga entre tramas y conflictos éticos que causan cierta identificación con el presente. Expresiones literarias mencionando a Dioses griegos, o la simple mención de literatura de la época, acerca a la obra a su tiempo.
Otro de estos rasgos es la capacidad de introducir parte de la producción de la poetisa dentro de la obra, aproximando al público a la personalidad de Safo, su actitud ante la vida y sobre todo, su forma de educar. En un principio, las chicas que conviven con ella son dejadas allí para tener una educación propia de una mujer de la época. De esta forma, practican las diferentes ramas artísticas, y aprenden compostura y sofisticación. Pero, como en toda buena obra literaria, hay cosas que se nos escapan en la primera lectura. Andrés Pociña utiliza la poesía de Safo, la música de Irana y la pintura de Gongila como medio de expresión de la mujer.
En la casa de Mitilene, pueden discutir, dar su opinión y sentirse plenamente libres, pero el cuadro de Venus, presenta la mujer como ser individual, dominante, sin ningún tipo de sumisión al hombre. La poesía de Safo, el amor homosexual sin tabúes y sin represiones, y la canción de Irana, una Oda a la mujer. El círculo de Safo, la casa en sí, representan un refugio, lejos de la opresión de la sociedad.
También cabe destacar respecto a la estructura que ‘Atardecer en Mitilene’ solo consta de una única escena; esto la aporta peso y estabilidad a la obra, al mismo tiempo que continuidad y coherencia. Esta única unidad teatral da relevancia al diálogo y a los temas tratados.
Los personajes que intervienen son exclusivamente mujeres, excepto el portero aunque no pronuncia palabra. Esta situación se presenta irónica ya que Safo adquiere el papel dominante frente al hombre, que se muestra sumiso (aunque no por ello obediente).
En mi opinión, Andrés Pociña brinda una excelente oportunidad a una de las grandes poetisas de la historia, a luchar contra un problema, aún vigente en nuestra sociedad, desde su propia piel y mediante su historia y poemas. De esta forma, consigue como resultado una obra intensa, pero breve; aunque como se suele decir ‘Lo bueno, si breve, dos veces bueno.’
Ana Valero Lobato
Gracias, Ana, por tu acertado análisis de la obra. Tienes razón al afirmar que el autor plantea de forma universal el problema de la mujer. Creo que es fantástica la afirmación que haces del cuadro de Venus como símbolo de mujer individual, dominante, sin sumisión. La precisión al relacionar la poesía de Safo con el amor y la canción de Irana con una oda a la mujer, refleja gran sensibilidad. Por otro lado estoy totalmente de acuerdo contigo en que la estructura de la obra le aporta estabilidad, continuidad y coherencia. Gracias por recordarnos la diferencia entre sumisión y obediencia, que ya apuntó el autor.
Eliminar¡Seguimos leyendo!
Atardecer en Mitilene es un libro teatral escrito actualmente por Andrés Pociña. La obra se basa únicamente de una conversación ocurrida en el transcurso de tiempo de una tarde en la casa de la maestra, ubicada en Mitilene (Lesbos), en la Grecia antigua, en la que Safo se dedica a enseñar sobre comportamiento y educación a sus alumnas (cultivando el arte en ellas como la poesía, la música, pintura…), a las que les ocurren situaciones y hablan sobre cuestiones que interesan a gran parte de la sociedad de ahora, como el choque entre la libertad y la opresión con respecto a la mujer, el trato del tema de la esclavitud y la reacción hacia la homosexualidad, representado por poemas reales de la poetisa (el último conflicto) y las diferentes ramas artísticas de sus alumnas, como la pintura de Gongila, “el nacimiento de afrodita”, queriendo hacer ver a la mujer como símbolo de perfección y de fuerza y las demás obras de las chicas con las que ellas expresan lo que piensan.
ResponderEliminarLos personajes que aparecen en la obra son exclusivamente femeninos, salvo el portero, el cual está bajo las órdenes de Safo (que no siempre cumple, ya que podemos apreciar un conflicto entre la maestra, una de sus alumnas y él) dejando ver una relación contrastante con la situación de realidad que retratan en el libro.
En la casa de Safo, sus alumnas pueden comportarse con total libertad, pueden hablar y tratar temas que saliendo de la casa de la institutriz no podrían tocar. Desde mi punto de vista, la obra es totalmente actual y únicamente apreciamos el tiempo en el que transcurre por el modo en el que hablan las protagonistas (aludiendo a dioses) y evidentemente por el hecho de que la obra se ambiente en la Grecia antigua. Por lo que a mí respecta, pienso que, Andrés Pociña nos muestra varios conflictos actuales siempre desde el punto de vista de la poetisa y sus alumnas, mostrando una actitud de desacuerdo con respecto a lo que ellas ven en su entorno, temas difíciles de tratar y expresados de una manera muy rápida e intensa.
Ella Heinbigner Mosi.
B2BA
Pues sí, Ella, creo que has entendido la obra perfectamente, y la intención que Andrés Pociña tiene, con la intensa expresión que remarcas, al representar el conflicto de la mujer tanto en la sociedad antigua como en la moderna. Has visto en el texto, a través de la pintura, a la mujer como símbolo de fuerza y perfección, ¿tú también estás de acuerdo o matizarías algo?
Eliminar¡Gracias por leer!
La obra que continuación voy a comentar se titula Atrdecer en Mitilene, es una obra de teatro actual del autor Andrés Pociña. (Aunque la obra es actual, trata una historia ambientada en la época griega, esto se puede apreciar en el dialogo, pues las protagonistas tienen una forma de hablar diferente a la actual y además por que hacen referencia en ocasiones a diferentes dioses y actitudes propias de la época dicha).
ResponderEliminarHago una paréntesis para decir que antes de leer la obra pensaba que iba a ser como las obras típicas que te les en el instituto y que luego no tienen ninguna repercusión en tu vida, pero en esta ocasión esta obra me ha hecho reflexionar y plantearme muchas cosas y le tengo que dar las gracias a mi profesora por mandarnola leer y al autor, como no, por escribirla.
Bueno, dicho esto, procedo a comentar la obra: la historia de la obra podría resumirse de la siguiente manera, una casa en Mitilene (Lesbos) acoge a su dueña, Safo, y a sus alumnas, llevadas allí por sus padres para ser educadas dentro del orden, de la rectitud y el saber estar que se le exigía a una mujer en aquella época. Pero Safo va más allá en su educación y les da una visión real de lo que es el mundo, de la figura de la mujer en su tiempo y de cómo deben sobreponerse a todas las desavenencia que les presente su vida y/o la sociedad y eso lo hace a través de algo que yo considero delicioso como son las artes: la música con Irana, la poesía con la propia Safo, la pintura con Gongila… pero a esto le añade una cosa, a mi parecer, esencial a la obra, pues gracias a eso hará que las protagonistas crezcan como personas y se den cuenta de quienes son y que quieren, la libertad y la igualdad. Libertad e igualdad que les permitirá pensar y hablar sin tapujos, eso sí y por desgracia, dentro del recinto de la casa, fuera apenas podía una mujer hacer nada.
Hay un personaje más en la obra, un portero, que destaca pero no él como persona, si no porque muestra sumisión a Safo siendo ella una mujer y en esa época, aunque no siempre obedece a las órdenes de la misma.
El autor presenta una serie de conflictos que van sucediendo a lo largo de toda la obra, conflictos entre el supuesto “deber” y lo que realmente quieres, conflicto por no poder amar con libertad plena en la sociedad de la época, conflicto interior por ver un mundo miserable y no poder hacer nada por el hecho de ser mujer,…además me atrevo a decir que muchos de esos conflictos se dan hoy día y eso quizá fue lo que más me llamo de la obra, que el autor presenta ante mi unos problemas que yo considero vergonzoso que hayan ocurrido pero que sin irme más lejos ocurren a mi alrededor e incluso me ocurren a mí mismo.
La obra está estructurada un una sola escena, y además te presenta a los personajes desde el principio, permitiéndote así poder centrarte y conocer a fondo los conflictos ya nombrados, el dialogo y la personalidad y evolución (si la hay) de cada uno de los personajes.
Álvaro Sánchez Caparrós, B2AA.
Gracias, Álvaro, por descubrirnos algo de tus sentimientos. Realmente la obra es dramática pero encierra bastante lirismo por lo que la sensibilidad de los personajes es lo que predomina. Estoy de acuerdo contigo en que deberían leerla en los institutos porque es una oda a la libertad de expresión, y un canto a la igualdad.
Eliminar¡Gracias por leer!
A continuación analizaré la obra dramática del autor Andrés Pociña llamada "Atardecer en Mitilene". Y, para ello, voy a dividir el comentario en la parte objetiva (ceñido a la obra sin opinión ninguna), y en la subjetiva (según la opinión personal).
ResponderEliminarEn la parte objetiva, se analizarán:
1. PERSONAJES: Esto es, la actitud y personalidad que éstos presentan en la obra.
- SAFO. Ésta muestra un carácter perfeccionista, fuerte y, sobre todo, AUTORITARIO. Ésto va a hacer que sus alumnas aprendan de ella, tanto profesionalmente (habilidades artísticas, como la decoración de jarrones y la poeía), como personalmente (sus habilidades FEMINISTAS y ANTIPATRIARCALES). Además, presenta el LESBIANISMO como algo natural (lo contrario que en ésa época, ya que la obra ocurre en la Antigua Grecia).
- MÉGARA. Es la mayor admiradora de Safo (tanto, que deja la objetividad apartada, dejando de pensar por sí misma). Ésto se da en toda la obra, en acciones como llevar a Safo un vaso de agua cada vez que tiene sed, o incluso alagarle hasta cuando no se lo merecía.
- TELESIPA. Es todo lo contrario a Mégara, es decir, decidad, piensa por sí misma, directa y enérgica a la hora de expresar algo. Además, mantiene un deseo por Gongila.
- GONGILA. Talentosa e inocente, además de buena compañera (es decir, generosa y humilde). Aunque adopta el talento de Safo, intenta por todos los medios añadirle su toque personal.
- GIRINA. Es la alumna más indesid¡ca e insegura de Safo, y pese a intentar conseguir personalidad propia y no lo consigue, se deja enseñar por su maestra.
- IRANA. La más feliz, inteligente y apicada, y aunque también es fiel a Safo y sus enseñanzas, es capaz de serle fiel a sus propios pensamientos.
- FILENIS. Es plena sumisa del Portero, y, por lotanto, presenta conocimientos y pensamientos contrarios a los de Safo. Ésto, a su vez, demuestra que Filenis es capaz de pensar y actuar por si misma.
2. CONFLICTOS PRINCIPALES:
- Safo contra la sociedad. Durante toda la obra, Safo presenta características frustrantes hacia la sociedad machista y aptriarcal que hay en la Grecia Antigua. Y, por ello, ésta actúa frente a la sociedad mediante sus poemas (siempre son hacia la belleza femenina y NUNCA positivo para el hombre), y además, su carácter fuerte y persistente le ayuda a intentar cambiar la mentalidad que presenta, por ejemplo, Filenis.
- Conflictos varios entre Safo y Filenis. Ya que éstas presentan personalidades opuestas, chocan bastante. Ésto es, Filenis está cómoda con su apasionada aventura con el portero, siendo ella la sumida y dominada. Mientras que, por el contrario, Safo, además de discrepar con ella, intenta cambiar la personalidad de ésta.
- Comflicto entre Finelis el resto de alumnas. De acuerdo con lo ya dicho, Filenis tiene un comportamiento e ideales peculiares, y no solo Safo discrepa. Es decir, el resto de las alumnas de Safo tampoco están de acuerdo con la personalidad característica de Finelis (sobre todo Mégara, ya que al ser admiradora de Safo y no tener opinión propia, adopta el mismo sentimiento que tiene ésta hacia Filenis.
Y, en la parte subjetiva, analizaré personalmente:
1. PERSONAJE MÁS INFLUYENTE PARA MÍ: Es decir, el personaje que más me ha aportado, el que más me ha gustado. Y no puede ser otra que Irana, por su carácter decisivo y decidido (demás de sentirme identificdo con ésto). Además, aunque en sí es talentosa, intenta pulirlo, y no deja de luchar por avanzar. En eso, quizás también me siento identificado.
2. LENGUAJE Y MANERA DE ESCRIBIR DEL AUTOR: Aunque Andrés Pociña ha realizado en ésta obra un buen trabajo en líneas generales, personalmente me habría encantado que no hubiera intoducido tantas muletillas o expresiones (o incluso referencias) de la actualidad, y ceñirse más en la interpretación grecolatina. Pero, aún así, disfruté bastante leyendo el libro.
Y hasta aquí mi comentario.
Atentamente, JAVIER MARTÍN DOMÍNGUEZ. B2AA.
¡Gracias por tus apreciaciones, Javi. Has analizado la obra paso a paso; es de agradecer que nombres a Irana como personaje influyente. Me gustaría que reflexionaras sobre tu afirmación de haber preferido la obra con un lenguaje más clásico; el autor no hubiera tenido problema pues es doctor en lenguas clásicas, pero a nosotros, que no tenemos ese nivel, nos habría costado más la interpretación. Pero me gusta que hayas entendido la obra.
Eliminar¡Seguimos leyendo!
Atardecer en Mitilene
ResponderEliminarEsta obra cuyo autor es Andrés Pociña se enmarca en el teatro contemporáneo. Es una obra caracterizada esencialmente por la gran presencia femenina, casi en su totalidad aunque con la figura del portero se hace referencia al hombre, criticándolo.
La obra relata la historia de una maestra, de nombre Safo. En su casa, situada en Mitilene (Lesbos) en un principio, las familias han dejado a estas jóvenes allí para que Safo les enseñe modales, asi como la forma en que deben comportarte, pero a su vez les transmite su visión de la vida, su oposición al sometimiento de la mujer y la libertad de esta, con la homosexualidad. El grupo de chicas jóvenes está formado por: Telesipa, Gongila, Mégara, Filenis, Irana y Girina.
Cabe destacar la personalidad de Filenis. Al lector le choca la capacidad que tiene para darle a Safo “una de cal y otra de arena.” Esto quiere decir, tan pronto rebate su pensamiento y no solo eso sino que muestra su desacuerdo sin ningún tipo de pudor, como demuestra a Safo que, contrario a su pensamiento, en el fondo si la escucha y sabe reflexionar cuando es necesario.
Francisco Javier Galindo Díaz.
Está bien que te hayas dado cuenta de que Safo no sólo quiere imponer su pensamiento sino que busca el ideal en el diálogo. Ojalá todos actuásemos así.
Eliminar¡Seguimos leyendo!
Respecto al análisis de la obra escrita por Andrés Pociña: "Atardecer en Mitilene", diré en primer lugar que presenta personajes clásicos como son Safo y sus seis alumnas (Filenis, Girina, Gongila, Irana, Telesipa y Mégara) como personajes totalmente contemporáneos, haciendo la obra totalmente actual y atractiva.
ResponderEliminarSafo, protagonista de esta obra, tratada por el autor como una personalidad más madura y sabia que las discípulas con las que convive, lucha durante toda la obra para educar y pulir a sus alumnas, dialogando en aquel patio blanco (que me imagino parecido a un patio típico andaluz) sobre los distintos conflictos que les plantean sus alumnas, tratando temas difíciles con una visión totalmente feminista de una Safo con la propia responsabilidad de asumir la defensa de la mujer constantemente sometida, denunciar la sumisión y el silencio de las mujeres casadas de la época, proclamar la homosexualidad y necesidad de una libre elección en el campo del amor y de una buena educación que permita prepararse a las mujeres para el día que según ella "llegará" en que se den las condiciones para el cambio, donde las mujeres al fin no se tengan (o tengamos) que sentir discriminadas o impotentes ante una sociedad tan opresora como la antigua, y personalmente la presente.
De la mano de Pociña, la obra que sucede en un lugar llamado Mitilene, Lesbos, en la antigua Grecia, está constantemente haciendo referencias al mundo mitológico, pero también se le relaciona, y personalmente es de las cosas que más me han gustado de la obra, con el arte, que aparece en casi todos los lugares, desde las poesías de Safo, que pese a quererlas pulir son recitadas y alabadas por sus alumnas, la pintura de Gongila, o la literatura antigua, rodeando inconscientemente al lector con las disciplinas artísticas que se relatan en una atmósfera de sabiduría y arte.
Durante la obra, Safo y Filenis, que reconoce con descaro que no le gustan ni los versos de su maestra ni la poesía de los grandes poetas de la época (Homero, por ejemplo) discuten y se enfrentan cuando sus ideas chocan, y personalmente no le doy importancia a que se rebatan, sino a que esto demuestra que cada una tiene lo que Safo pretende, decisión, fuerza suficiente para defender sus pensamientos, e independencia para pensar por ellas mismas.
Los personajes presentes en la obra no son todos femeninos, aparece el portero, que sin decir ni una palabra durante toda la obra, aparece como símbolo feminista de hombre sometido ante el poder de la mujer, puesto que definitivamente podemos ser las fuertes.
Andrés Pociña trata en esta obra teatral temas tan presentes y personajes tan naturales, que han hecho posible, exceptuando por el vocabulario y la ambientación clásica, sentirme amiga de la protagonista Safo, identificarme con muchos de sus pensamientos e incluso teletransportarme al lugar.
África Garrigós.
Estoy totalmente de acuerdo con el último párrafo. Un buen comentario África.
EliminarYo también estoy de acuerdo con el comentario de África y creo que es un comentario en el que fluye la pasión por el arte. Pero debéis pensar que en esa casa, como en la vida, lo primero que hay que tener es mucha disciplina, y si vosotros queréis ser actores debéis concienciaros de que el esfuerzo y la disciplina irán de la mano siempre. ¡Ánimo!
EliminarGracias por leer.
“Atardecer en Mitilene” por Andrés Pociña
ResponderEliminarVoy a comentar el carácter de uno de los personajes que a mi parecer desencadena uno de los temas más interesantes de la obra, el amor. Girina, una joven adolescente que se va a casar en pocos meses con Eucarión, su prometido, se plantea tras varios meses en casa de Safo si de verdad está enamorada de Eucarión porque antes no conocía el significado de lo bello y lo hermoso, y ahora gracias a Safo y a las demás chicas se ha dado cuenta de cómo la idealización de personajes literarios, de buscar ante todo la belleza, puede distorsionar lo que para ella antes era bello. Creo que se genera un conflicto en esta parte de la obra en la cual se impone ante cualquier otra cosa la juventud y la belleza, Girina dice darse cuenta de que su prometido no está tan idealizado como ella creía, pero desde un punto de vista del físico y no de los sentimientos. Aunque Safo intenta convencer a Girina de que nadie le ha cambiado su visión con respecto a Eucarion, creo que en un ambiente en el cual todo está idealizado, se busca como hemos dicho antes la búsqueda de la belleza rozando lo irreal, dejando a un lado la belleza que podríamos considerar “corriente”, por lo tanto creo normal el razonamiento de Girina. Además pienso que el miedo de Girina es realmente el convertirse en la Señora de la casa, aunque el deber de Safo es convertir a Girina en la dueña ejemplar de su casa, a Girina es eso lo que precisamente le aterra, ella misma dice en el texto: “para encerrarme en otra casa (…) y cuidarla, y reñirle todo el dia a las esclavas perezosas, y criar uno, o dos, o tres niños”. Por lo tanto la conclusión que saca Girina es esperar, tal vez esperar para acostumbrase a su prometido y a los tiempos que le vienen encima, Safo insiste en el tema de la belleza cuando dice “Y además, a ser posible, amante ideal y fiel de su marido. Al menos por unos años, antes de que el paso del tiempo esparza por tus cabellos una nevada perenne”. A mi entender significa que aunque la obra trate de la libertad de la mujer, seguimos viendo la posición dominante del hombre, de cómo a la mujer se le enseña para complacer a su marido y ser buena ama de casa, y que mientras que tenga belleza su marido podrá amarla, pero una vez perdida está no se sabe qué pasará con la mujer. Gracias a la intervención de Girina se hablan sobre temas muy interesantes relacionados con el amor en diferentes aspectos, y aunque no es un personaje que precisamente hable en excesiva cantidad, al originar ciertas conversaciones y crear un conflicto, se convierte en un personaje muy interesante.
Juan Pintado Conesa
B2AA
Creo que tu comentario también ha sido interesante, totalmente realista y, además, de actualidad. El problema que planteas, aunque parezca menor por venir de la mano de un personaje secundario, es actual. La mujer, sobre todo la mujer joven y responsable, tiene miedo al dejar la comodidad de su hogar para ser la que dirija otro, enfrentándose a la cruda realidad, a un hombre que es real, con sus defectos, y a unos niños reales, con sus problemas, y a un trabajo rutinario pero necesario. Si encima ha de enfrentarse a un hombre dominante, la situación puede ser insostenible. Safo pretende que la mujer sea capaz de elegir con plena conciencia. Gracias por tu apreciación.
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En este breve comentario crítico voy a exponer los puntos que más me han interesado o impactado de la obra "Atardecer en Mitilene".
ResponderEliminarUna de las cosas que me han parecido interesantes es como el autor Andrés Pociña nos hace saber que la obra se sitúa temporalmente en la antigua Grecia por diferentes expresiones utilizadas por las alumnas y la propia Safo. Me es curioso por que el autor la podría haber situado perferectamente en la actualidad, ya que todas las injusticias que pasan las mujeres en la obra se siguen dando en la actualidad. Por esto creo que Pociña utiliza el mundo clásico, tan lejano del ahora, como critica de que esa desigualdad con el hombre sigue ocurriendo a día de hoy.
Otro de los puntos que me gustaría comentar es mi debate entre dos de las personajes que más me han gustado: Safo y Filenis. Me gusta como ambas, cada una a su manera, expresan su postura feminista. Safo es una mujer fuerte y minuciosa que quiere lo justo para las mujeres y le da igual tener que enfrentarse a alguien para conseguirlo. Por el contrario, Filenis, es una joven mujer que hace lo que quiere; es por eso que me recuerda a Adela (de "La casa de Bernarda alba"), ya que son dos personajes que representan la libertad, por eso muestran esa actitud "rebelde" ante Safo (Filenis) y Bernada (Adela). Es por esa "rebeldía" que entre Safo y Filenis haya esos pequeños desacuerdos en diferentes momentos de la obra.
Concluyo este comentario felicitando al autor por esta bella obra, fácil de leer y nada pesada que te hace pensar sobre muchos aspectos. Es una pena que no la lleguemos a representar por que se que mis compañeras hubiesen hecho un gran trabajo.
Joel Martos Castro, B2AA
¡Gracias, Joel!, yo también estoy segura del éxito que hubieran tenido, pero nunca se sabe, puede que algún día... Me gusta que hayas visto un problema universal, el papel en desventaja de la mujer en la sociedad, da igual el tiempo o el lugar, la mujer está más reprimida que el hombre. quiero que razones en una afirmación, puede que Filenis te recuerde a Adela, pero nunca Safo se confundiría con Bernarda. ¿No crees que Safo es la imagen de la libertad? Pero no hay que confundir querer libertad para todos con dejar hacer lo que queramos ¿O sí?
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"Atardecer en Mitilene" es una pieza de teatro contemporáneo escrita por Andrés Pociña. La obra está basada en la suposición de cómo podría haber sido la vida del personaje de la poetisa Safo (quien vivió en tiempos de la Antigua Grecia), en concreto esta este drama tiene lugar durante una única tarde en casa de la poetisa, pudiendo observar en el trascurso de la misma, las conversaciones de Safo y sus discípulas y los debates a cerca de temas con un carácter muy actual. Algunos de estos temas son la esclavitud, qué es el amor y el significado que puede tener para cada persona y el papel de la mujer en la sociedad: su libertad y su opresión. Safo representaría sin duda alguna la defensa de la mujer y el deseo de igualdad que había y sigue habiendo en la sociedad actual. Además de ser clara defensora feminista, nuestra poetisa es un símbolo de justicia mundial ya que defiende valores como la libertad del ser humano en general (al criticar la esclavitud o al defender el pensamiento libre y propio seas del sexo que seas), la educación (al cultivar e impulsar entre sus alumnas todo tipo de artes como la pintura, la escultura o la música y haciendo que sus alumnas las valoren) o la igualdad a gran escala (entre sexos, entre amor, o razas). De esta forma, la historia de "Atardecer en Mitilene" nos enseña que no hay que dar tanta importancia a cosas tan banales y naturales como si eres homosexual o heterosexual, hombre o mujer, blanco o negro. Esta obra es en toda regla un alegato a la libertad y a la igualdad, en unos tiempos en los que aún no debiendo ser así, se trata de un tema de total actualidad que se encuentra en pleno debate abierto y sobre el que algunos todavía se plantean si todo el mundo debería tener derecho a tener algo tan básico, como lo es para mí, la libertad o el derecho a ser igual que otros (o por lo menos tener las mismas oportunidades). Otra punto importante a tener en cuenta y que yo personalmente destacaría es la importancia en diversidad de opiniones que representan las discípulas.
ResponderEliminarLas alumnas de Safo según mi parecer, al tener diferentes opiniones y caracteres unas de otras hacen que el debate sobre todos estos temas continúe abierto, como por ejemplo en el tema del amor (donde vemos a Filenis, con una actitud un tanto sumisa al defender el amor heterosexual o a Telesipa y Gongila, quienes mantienen un amor homosexual, siendo así símbolo del lesbianismo). Hay tantas alumnas como ideas o caracteres hay en la sociedad: unas más sumisas, otras más obedientes, rebeldes, revolucionarias, conformistas, impulsivas, prudentes etcétera.
En una obra donde todos los personajes son femeninos, cabría hacer una mención al personaje del portero quien a pesar de tratarse de un personaje masculino, no por ello se encuentra libre de ordenes, sino que se halla bajo las ordenes de Safo (de nuevo un símbolo más de la igualdad de la mujer en la sociedad).
En lo que a mí respecta, esta obra debería ser obligatoria para aquellas personas que ven al sexo femenino como "el sexo débil" o para aquellas que no respetan la libertad personal ni a las personas indepiendentemente de sus gustos o preferencias. Pociña con su obra, ha centrado de nuevo los focos en un debate por muchos ya olvidado, repetitivo o tedioso, mostrándolo de una forma distinta al transmitirse por palabras de un personaje ya fallecido y dándole un giro para que pueda ser representado por el colectivo dedicado al arte dramático, con la idea de que quizás así pueda llegar a más gente. Sin duda, un llamamiento a filas en toda regla para mentes discriminatorias y para aquellos/as que se sienten bichos raros cuando deberían ser un grano de arena más en esta playa a la que llamamos humanidad.
¡Vaya!, me he quedado sin palabras. Gracias por la sensibilidad que has demostrado tener, por la lectura atenta de la obra y por recordarnos que en vosotros, los más jóvenes, está la esperanza de un mundo mejor.
EliminarChamán de la tribu, no escondas tu nombre, debería ser recordado
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La obra Atardecer en Mitilene pertenece a Andrés Pociña que pretende, a través de los diálogos de las protagonistas, criticar la posición de la mujer en la sociedad. Está ambientada en la Antigua Grecia. La obra muestra una tarde de Safo y sus alumnas en Mitilene, donde tratan diversos temas como los celos que siente Mégara hacia el resto de sus compañeras por la atención que reciben de Safo, el compromiso de Girina, la opinión de Safo sobre los hombres a raíz de las experiencias que ha vivido, el pasado amoroso de Safo, la situación de Gongila y Telesipa, la trata de esclavos y la impotencia de la mujer al no poder hacer nada.
ResponderEliminarEl vocabulario utilizado es coloquial, pero al dirigirse a Safo sus alumnas utilizan términos como "señoras" o "maestra". Los personajes principales son:
Telesipa, alumna de Safo, que está enamorada de Gongila y teme no poder estar a su lado. Tiene las ideas claras y es impulsiva.
Gongila, alumna de Safo, que está enamorada de Telesipa y tiene miedo de casarse y perder a Telesipa. Es consciente de la situación de la mujer en la sociedad y, al parecer, aunque no está de acuerdo, es capaz de acatar las normas.
Mégara está enamorada de Safo y siente celos de las demás compañeras. Es dependiente de Safo y la halaga constantemente.
Irana es muy apreciada por Safo y tiene un gran talento para la poesía.
Girina al principio pensaba que estaba destinada para el matrimonio y no tenía ninguna preocupación, pero ahora se ha convertido en una persona culta y se cuestiona su futuro.
Filenis es la única que siente una atracción real por los hombres. Es maleducada y vulgar y mantiene relaciones con el portero aun sabiendo que está prohibido mantener relaciones con el servicio.
Safo es la maestra y parece estar enamorada de Irana. Casi todos los conflictos involucran a Safo; especialmente cuando narra como Atis le rompe el corazón y la abandona por Andrómeda y cuando siente impotencia al ser mujer y ver que no puede hacer nada al ver que otras mujeres son tratadas como esclavas. Safo es tranquila, tiene autocontrol e intenta educar lo mejor posible a sus alumnas corrigiéndolas cuando considera que no se están comportando de manera adecuada.
Toda la obra transcurre en el patio de la casa de Safo, semejante a los típicos patios de Córdoba. La casa se encuentra en Mitilene, ciudad de Lesbos.
La estructura externa de la obra está formada por un único acto en el que hay un diálogo entre la profesora Safo y las cinco alumnas, en el que solo sale una alumna a preparar una limonada y al final de la obra aparece el único hombre de la misma, el portero.
La estructura interna se basa en la evolución del diálogo de los personajes. Cuanto más cortas son las intervenciones, más rápido transcurre el diálogo mientras que cuando son más largas el diálogo se ralentiza. Las acotaciones que plantea Andrés Pociña indican como ha de ser la representación, es decir, transforman el texto dramático en espectáculo. Todas las acotaciones son percibidas por el espectador; estas dotan a la representación de una polifonía informativa gracias a su carácter funcional, por eso percibimos indicaciones acerca del decorado, sonidos, movimientos y sentimientos que expresan los actores.
El texto me ha parecido interesante por la posición que muestra de la mujer porque en la actualidad todavía hay personas que piensan que la misión primordial de la mujer es casarse y tener hijos.
Irene Fernández López, B2AA
¡Gracias, Irene!, por el análisis detallado de lo que hubiera sido la puesta en escena. Creo que tu actuación habría sido fantástica. Después de leer esto, casi me animo a reunirnos en verano, una vez pasada la EBAU, y retomar el proyecto
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Muchas veces, cuando leemos una obra de teatro (o cualquier libro en general) lo hacemos de manera superficial, leyendo el argumento de arriba a abajo. Sin embargo, no nos paramos a ver lo que hay detrás de la obra y la consiguiente intención comunicativa del autor al hacer la misma.
ResponderEliminarEn mi opinión, esta obra debería hacer que nos replanteáramos ciertos aspectos de nuestra sociedad que tanto presume de ser "avanzada" y "civilizada". Aunque (obviamente) la obra es mera ficción, es verdad que en la sociedad de la Grecia clásica había un claro componente feminista, pues fue en este periodo cuando empezaron a surgir los primeros defensores y defensoras de dicho movimiento. Podemos apreciar este rasgo principalmente en el carácter de Safo. Ella es una mujer libre, empoderada y con la capacidad de decidir qué va a hacer con su vida sin que ningún hombre la oprima (¡y eso que estuvo casada anteriormente!). También me gustaría destacar el rol de Telesipa y Gongila, las cuales creen que su amor está por encima de los prejuicios de la sociedad y del que dirán (cosa que me parece muy valiente).
Ésto nos lleva a plantearnos la siguiente cuestión: ¿Cómo es posible que en 2000 años hayamos avanzado tan poco en la búsqueda de la igualdad y de la emancipación de la mujer frente a la opresión del hombre? Según mi criterio, ésto es lo que busca decirnos el autor, el cual nos hace ver lo similar que era el pensamiento de esta época a la nuestra, y, por consiguiente, lo poco que hemos avanzado ideológicamente pese al gran avance que hemos hecho en otros campos, como en el conocimiento científico o en el progreso tecnológico.
Guillermo Pintado, alumno del B2BA
Pues sí, Guillermo, estamos con Andrés Pociña en que queda bastante camino por andar, lo importante es no dejar nunca de hacer valer nuestros derechos, todos los que, como seres humanos, poseemos.
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En mi comentario expondré mi descripción y observaciones de Gongila, mi personaje preferido de la obra y el que más me llamó la atención. Comenzaré por mi visualización física de ella. La imagino con el cabello corto rubio, con un recogido y unos cuantos mechones que se escapan a los lados de la frente, no es alta, más bien tirando a baja, delgada y con la piel blanca y las mejillas rosadas. Imagino sus ojos de un color verde grisáceo, con los labios finos y la barbilla fina y sus manos llenas de asperezas por el trabajo que le debe suponer dedicarse continuamente a pintar. La imagino con unas sandalias bajas, sencillas, con un trenzado y atadas al tobillo, y una túnica que llevaría algo arremangada sujeta con un pasador para no mancharla de pintura. La túnica sería azul, de un tono claro casi inapreciable, con pliegues que se formarían en forma de cascada por donde sujeta el pasador y cogida de un hombro con un nudo simple y seguramente, estaría manchada de pintura en algunos lugares, al igual que sus manos o algún mechón de su pelo. Dicha la descripción física, pasemos a su carácter, forma de ser, aspiraciones y demás aspectos ajenos al físico que conforman al personaje. Gongila es una chica generalmente callada, pero si observa una injusticia hacia la persona que ama, Telesipa, es capaz de alzar la voz y emplear la ironía para hacer que la persona se avergüenze. Es una chica trabajadora, como se ve cuando Safo le dice que deje su trabajo y ella insiste en terminarlo, y le dice incluso que al día siguiente por iniciativa propia, pintará un cuadro para ella. Es observadora y siente un interés especial en lo relacionado al arte, y esto se refleja en el sentimiento con el que describe su obra, teniendo como referencia uno de los poemas de Safo. Está enfrentada con Megara, y esto se ve en lo sarcástica que es al hablar con ella, aunque siempre guarda las formas pese a las ofensas y burlas que sufre por su parte. Ella es fiel defensora del amor lésbico y comprende completamente a Safo, ya que su amor por Telesipa, es lo que la lleva a la frustración y a querer mover tierra y mar para lograr estar junto a ella. En esta actitud vemos también su sensibilidad. Además, Gongila tiene una actitud un tanto pesimista, lo da todo por perdido e imagina lo peor antes de que suceda, como su separación de Telesipa por parte de su padre. Es empatica con Safo y se preocupa por ella, pero más por amistad que por devoción, que es el caso de Megara, a la cual calma a veces para que no agobie a su maestra. Se preocupa por Safo igual que lo hace ella por sus alumnas, queriendo ayudarla en lo que le sea posible hacerlo
ResponderEliminarPues sí, Paola, no sé si te has dado cuenta pero tu descripción física de Gongila es bastante actual, lo que permite intuir una obra universal. Has entendido su carácter y me agrada que te hayas fijado en ella ya que no tiene un papel principal, has sabido captar su sensibilidad; probablemente tú también estés dotada con esa sensibilidad que te ha hecho empatizar con ella
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Al referirme a la obra "Atardecer en Mitilene" del libro "Tres Piezas Dramáticas" de Andrés Pociña, a la mente me viene la palabra diversidad, un término muy complejo como las diferentes personalidades que cubren este hecho escénico y lo que representan.
ResponderEliminarObservando detenidamente este relato, he podido percibir completa y plenamente las distintas mujeres liberales, tanto de varias épocas, como lugares, y sus posibles paralelismos con la figura actual, haciendo de esta pieza, una obra universal.
Lo que todos conocemos es que la mujer siempre ha estado y en muchos casos sigue estando cubiertas por el manto de esa cohibición, bien representado en la obra, que tiene por el hombre. Se puede vislumbrar señales de lo que puede sentir una al estar consciente de esta situación, y siento rabia al ver que la fémina no haya podido tener las mismas herramientas y conocimientos que los hombres, siendo privadas de esta libertad, y también, una gran pérdida no solo para ellas, sino para la humanidad, ya que, cuando alguna lo adquiere, demuestra que no solo lo explota al máximo, sino que toda esa fuerza da unos frutos, dignos de la más bella de las primaveras.
Además, no solo se trata la feminidad y su relación con la sociedad, sino también la homosexualidad. Dos temas que si los unes, vamos... ¡La polémica se enciende como Troya! Esto no debería ocurrir, porque como se suele decir: Parece mentira que estemos en pleno Siglo XXI. Que todo no está inventado, ni conocido, y mucho menos el equilibrio está extendido por las mentes de todos.
Esto demuestra que nos queda un gran trecho a todas y a todos. Pero con obras como estas, si las leemos y extraemos con ojos adecuados y pulidos las creencias basadas en la equidad, podremos adquirir algunos ápices de lo que una persona bien cualificada puede estarlo para coexistir con cualquier otro individuo, o ser.
Compartiendo un trozo de mi mente:
Iván Baena Colmena
Gracias, Iván, porque en tu comentario intuyo parte de tu pensamiento y forma de ser. Estoy de acuerdo en que podríamos solucionar todos los conflictos mediante el diálogo. La mujer tendría más libertad, y creo que el hombre también.
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Atardecer en Mitilene es una obra teatral de Andrés Pociña. La obra esta basada en la poeta griego, Safo de Mitilene, o mejor conocida como Safo de Lesbos. El autor de esta obra, nos introduce a un mundo que a simple vista es "Nuevo", ya que en el siglo en el que vivimos se está "normalizando" la homosexualidad. Pero no somos los primeros en reivindicar ese derecho, Safo de Lesbos fue una de las precursoras de la igualdad, es un claro ejemplo de la libertad de la mujer y su disposición de elegir. Poder enseñar a mujeres a seguir su corazón sin que la sociedad elija por ellas, enseñar que son mujeres independientes con conocimientos y no mujeres objeto como han sido tratadas hasta ahora, mujeres educadas, con modales para sobrevivir en una sociedad donde las mujeres son vendidas como mercancía, a ser mujeres. Cada una de ellas representan personalidades diferentes de mujeres que buscan un mismo objetivo, la igualdad y la libertad. Gongila; humilde y buena compañera, Megara; deseosa de ser como su gran musa safo, Filenis; Con personalidad propia y fuerte, apasionada y con picardía, Irina; Culta y Talentosa, buena oyente y agradecida, Telesipa; Enérgica y directa, Girina; Perdida pero decidida a aprender. Todas ellas son únicas y fuertes. Safo enseña mediante sus poesias a sus alumnas, como se puede observar en algunos momentos, cada una le da una interpretación parecida a la que quiere expresar Safo pero camuflandola con sus gustos y problemas personales.
ResponderEliminarEl mayor de los conflictos que sufren las protagonistas de esta obra es con la sociedad, justamente como ahora, la sociedad mueve al mundo, la gente siempre tiene el problema de "El que pensarán si..." o "El que dirán" a mi parecer Safo quiere romper con eso y ayudar a las mujeres que se sientan perdidas a encontrarse mediante la poesía y el estudio, mediante la inteligencia.
Hablemos de Safo como himno de liberación, como poder, como elegancia, como cultura e inteligencia, como himno a la mujer de hoy, como poder.
Luisa María Cervantes Perea.
Efectivamente es importante que la mujer tenga capacidad de decisión y pueda elegir libremente (aun hoy cuesta trabajo en determinados ambientes). Y es importante que todos, no sólo las mujeres, tengamos educación y suficientes conocimientos para poder razonar. Puede que llegue un día en que no nos obsesionemos por el qué dirán porque no esté mal visto actuar de manera diferente al resto. Gracias por tus apreciaciones.
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¨Atardecer en Mitilene¨
ResponderEliminarAinhoa Mª Evangelista Espinosa B2BA
Sobre su reflexión de ¨Atardecer en Miltilene¨ de Andrés Pociña, estoy bastante de acuerdo en todo porque me parece muy bien que un hombre haya escrito esta obra de arte ya que con la sociedad de ahora y sobre todo con la influencia del reggaetón los hombres de hoy en día no tienen en cuenta a la mujer como se merece, si no que la toman como un ser inferior y que pueden controlar cuando y como ellos quieran (no generalizo, sé que hay hombre que son formales y respetuosos, me refiero a los chicos de mi edad los que están creciendo así). He de decir que con lo del portero me quedé impresionada porque cuando lo leí pensaba que obedecía las órdenes de Safo al ser su criado pero cuando usted dio la idea de que era a modo irónico pensé que todo tenía sentido ya que habían hablado de que las mujeres no tenían voz dominante y ahí se ve, efectivamente el portero le da la razón ¨como a los tontos¨ para que se calle y le deje en paz. Esto me da pie para enlazarlo con el tema del barco de mujeres de color, otro símbolo de machismo de la época que aún no está erradicado en todas las partes del mundo. Safo habla de que algún día la mujer llegará a tener la misma importancia que los hombres pero como ves, a pleno siglo XXI y aún se ven focos de ese machismo extremo. Me gusta cómo ha interpretado la parte en la que Safo quiere volver a nosotras mismas haciendo una apelación directa a las chicas de hoy en día. Tengo la suerte de no pertenecer al grupo de ¨sumisas¨ que por un hombre hacen lo que sea, pero desgraciadamente todavía muchas chicas lo padecen, por todos mis medios, cuando veo a una chica así, intento concienciarla de que somos nosotras las que tenemos que actuar frente a los hombres, menos defensa personal para evitar el maltrato y más concienciar a la gente de que todos somos iguales.
El gran problema problema de este mundo esta en que estamos en 2017 y hay gente que aun piensa como en la época de Safo (S. VI) y esto debería estar prohibido.
A continuación, comentaré críticamente la obra de ¨Atardecer en Mitilene¨
El autor ha querido concienciarnos de que ni está mal ser una mujer ni que te guste una persona del mismo sexo. Todos somos iguales y la gente necesita saberlo. Aunque en España seamos uno de los países mas ¨progays¨ te miran mal igual, se hacen comentarios que no deberían e incluso hay violencia. Con Safo he aprendido mucho porque sus enseñanzas son muy concretas, la de la situación de la mujer en la época, el lesbianismo y el tráfico de mujeres son las que más me han impactado. Gracias a esta obra he adoptado una visión mejor si cabe del lesbianismo.
ResponderEliminarSobre los personajes, me ha impactado la actitud de Filenis, segura de sí misma y con las ideas claras aunque un poco grosera algunas veces, también la de gongila y Telesipa, la pareja que al salir tenían que separarse, al empatizar con ellas siento un vacío muy grande ya que se ve perfectamente como el amor (aunque sea de dos mujeres) es amor y seprarte de tu pareja y tener que casarte con alguien del que no estás enamorado debe ser terrible, como el iba a pasar a la pobre de Gongila. Irana me ha gustado mucho, se la ve como una persona sencilla, apasionada y sensible por cómo hablaba y sus poemas. Todo esto lo he deducido gracias a las acotaciones que, Pociña, ha colocado durante la obra. Respecto al lenguaje, me ha gustado por la mezcla de lenguaje popular, culto y coloquial. Me hace gracia cuando Filenis habla grosero y Safo la corrige porque hoy en día se ve en clase o en casa, por ejemplo, así se ve como a Safo en la posición de madre y Filenis como su hija,Safo la corrige porque quiere lo mejor para ella, quiere que sea una mujer de provecho.
En mi opinión, le doy un 10 a este relato por su contenido simbólico y textual. Esta puntuación tiene mas importancia debido a que yo nunca había leído un libro de teatro y me he dado cuenta de lo que me estaba perdiendo. A partir de ahora buscaré más libros de este estilo y, ¡a leer¡
En definitiva, la mujer está un poco más igualada a hombre pero debería estar completamente en su línea, confiemos, como bien dice Safo que esto, acabará sucediendo algún día.
Es una alegría que te haya gustado la obra, una alegría mayor que la hayas interpretado tan bien y hayas sacado alguna enseñanza, y una alegría aún mayor que te haya gustado leer teatro. Tu amor por la música se deduce de tu personalidad sensible aunque enérgica (esto lo dejas ver en tu opinión). El teatro completará la formación que tienes y te hará más crítica y, siempre, mejor persona.
ResponderEliminar¡Gracias por leer!