jueves, 22 de mayo de 2014

CONCLUSIONES SOBRE EL TEATRO

En Literatura Universal estudiamos tres obras de teatro, Otello, Romeo y Julieta y Tartufo. Con las tres hemos disfrutado aunque no pertenecen a nuestra época. Por eso son universales. El tiempo es lo de menos.
En el Siglo de Oro los espectadores tenían una ideología, un modo de pensar e interpretar el mundo y la realidad parecidos, aunque las diferencias sociales fueran notables. Los conflictos que se planteaban en el teatro interesaban a todos. Pero hoy, que hay multitud de formas de pensar, nos siguen interesando las obras citadas, se siguen representando con o sin adaptaciones y siguen llenando salas. Cuando una tragedia es buena, la relación entre espectador y personaje, más que de identificación, es de identidad y Shakespeare lo consiguió. Sus tragedias nos mueven a la acción o al pensamiento, nos conmueven, nos transmiten ideas y nos deleitan. Está claro, son rabiosamente modernas; creo que es porque los personajes son meras escusas para poner de manifiesto a través de sus relaciones, las funciones básicas del teatro: la de crítica social o política, la renovadora de códigos (el del honor, el ético), la función de reflexión (sobre nuestra propia sociedad), la comunicativa y, por supuesto la catártica y la de evasión.
Molière no crea tragedias, pero el conflicto de Tartufo nos revela su cara oculta; detrás del ridículo aparece la seriedad del problema que pueden plantearnos personas acosadoras o aduladoras en exceso con la única finalidad de medrar. En Tartufo, farsa del siglo XVII, se esconde también el drama de muchas familias del siglo XXI.
Pues una vez más ¡gracias! a estos grandes de la literatura porque nos ayudan a pensar, y si pensamos, somos, o no somos (¿era ésa la cuestión?).

domingo, 18 de mayo de 2014

MITO DE ULISES

El último libro que he leído se lo debo a un alumno que, en forma de "amigo invisible", me lo regaló el 23 de abril: "Sé lo que estás pensando", de John Verdon. Era un autor desconocido para mí, así que empecé a leerlo con curiosidad pues no sabía a qué me enfrentaba. No pude dejarlo, es una novela negra cuya intriga te atrapa desde el principio y no puedes parar de leer hasta que no sabes el final. Puede que comente algo más de esta historia, de hecho si alguien la ha leído sería interesante una puesta en común, pero hoy quiero hacer una llamada de atención al mito de Ulises, vivo para siempre en cualquier lugar y época (¡si Homero supiera el alcance que tuvo!).

En "Sé lo que estás pensando" un personaje, el asesino, pasa de llamarse X. Arybdis a señor Scylla. Y, efectivamente, también en su vida real cambia de nombre (no quiero desvelar el final), por lo que como Ulises-Odiseo adopta un doble dualismo que lo desconcierta en la búsqueda de su propia identidad  pero, al contrario que nuestro héroe de "La Odisea", queda devorado por sus propios monstruos, que sacan de él su lado más oscuro.

¿Influencia de Homero en el siglo XXI?  ¡Por supuesto! Pero la novela da mucho más de sí. Así que leedla.

Os garantizo que pasaréis un buen rato.

viernes, 16 de mayo de 2014

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

En 1981 sucedieron, entre otros imagino, tres nacimientos importantes. Gabriel García Márquez paría Crónica de una muerte anunciada para el contento de los humanos, la lotería paría el Gordo para el regocijo de cientos de cartageneros y yo paría a Amaya para mi orgullo y felicidad.

Pues bien, en 1982, le concedieron el Nobel a García Márquez y Amaya me regaló la Crónica (desde pequeñita, apuntaba).
Treinta y dos años después, Márquez nos ha dejado, por lo que yo he querido empezar este blog con esa novela que ha marcado con algo de magia mi vida.
Bueno, también la llevan mis alumnos para la PAU, así que si les puedo aportar algo nuevo me alegraré. He releído la novela intentando separar los momentos en los que aparecía el realismo mágico, algunos no lo tienen claro, y me he dado cuenta de que se llama así el movimiento precisamente porque envuelve de magia la realidad, los símbolos se introducen en los sueños de forma que a veces cuesta separar lo onírico de lo tangible; las casualidades se unen a las causalidades y se mezclan en el sinsentido poético para ser la crónica brutal y despiadada de un asesinato real.
Los extremos opuestos se van fundiendo hasta asimilarse y hacerse uno. Todo gira en torno al dualismo.
Dos hermanos gemelos que actúan como una unidad antagónica; a veces Pedro Vicario es el símbolo de la muerte y Pablo el de la vida, otras, Pablo toma el carácter de la noche y Pedro el del día; dos veces cogen dos cuchillos para matar a Santiago, primero toma las riendas Pedro y luego Pablo. Tras el asesinato Pedro no puede orinar y Pablo casi muere de colitis. Ambos se restablecen con un único remedio. Podemos decir que entre los dos forman un personaje, el asesino de Santiago Nasar, único hijo del árabe Ibraim Nasar y de Plácida Linero, casada sin amor. El último personaje importante es hombre también, un amigo de Santiago quien, 27 años después, resuelve contar la desgracia como narrador de la Crónica. Los tres actúan en todo momento en torno a un acontecimiento: el asesinato. En algún punto del relato los tres se confunden.
El antagonismo que envuelve al pueblo hace que la mujer asuma un papel secundario, fundamental sin embargo para resolver algunas situaciones  controvertidas:
Ángela Vicario, educada en la tradición, y casada por dinero, no puede engañar a su marido; ella que ha vestido muy tapada y de luto cuando nada tenía que temer, se muestra desnuda ante Bayardo San Román, y sin virginidad, la noche de bodas.
Suseme Abdala, la matriarca centenaria de las familia Nasar cura a los asesinos de Santiago con una premonitoria infusión de pasionaria.
Plácida Linero, madre de Santiago, no pudo salvar a su hijo a pesar de que era el único amor de su vida, pero lo mantuvo completo tras el asesinato, ordenando matar a los perros que intentaban comerse las entrañas.
Una conjunción de fuerzas contrapuestas sirve de marco al suceso, mitificándolo al quedarse sin total resolución.
Sólo entonces tiene sentido que un hombre, presuntamente inocente, sea acusado, perseguido y asesinado con el rencor de algunos, el lavado de conciencia de otros, la indiferencia de muchos y el beneplácito de todos. Una muerte anunciada cargada de símbolos contrarios que, en forma de letanía «el día en que lo iban a matar», empiezan con el sueño premonitorio de Santiago Nasar, en el que pasea por un simbólico bosque de higuerones salpicado de lluvia purificadora que se transforma en cagadas de pájaros, asumiendo el sentido de espiritualización. Santiago despierta con la sensación de estar cubierto de vida muerta.
Esta antítesis cubre la novela de forma que el sinsentido es lo habitual en una sociedad injusta, egoísta, envidiosa y cobarde. Por eso no aparece el culpable y por eso los gemelos son absueltos. Santiago, como un nuevo Cristo, muere a manos de un pueblo enloquecido que no le habla en ningún momento y sin embargo acude en pleno a declarar ante el instructor del sumario. Pero el destino se encargará de hacer que todos los que no lo ayudaron o no creyeron en él, expíen su culpa.
Éste podría ser el resumen de ese realismo mágico que envuelve la novela. Un libro cargado de símbolos que, como en la vida real, salpican nuestros actos, por eso podríamos abrir un debate sobre las fatalidades del destino, ¿realmente lo son?. O sobre lo que queráis. Si has leído la novela puedes aportar algo, si no la has leído, también, porque ésa es la magia de Gabo, escribe sobre la vida haciendo que parezca ilusión o lleva la ilusión a la propia vida. El mundo entero lo entiende, por eso su entierro quedó salpicado de ese realismo mágico en el que una gran masa amarilla acudía despacio a despedirlo entre mariposas que lo acompañaban hasta el cielo de los grandes.
Gracias Gabo, descansa allí donde estás y sigue aportándonos destellos de felicidad y asombro.

domingo, 11 de mayo de 2014

Propósito



PROPÓSITO

¡Hola!, este blog no va a tratar de temas auriseculares, aunque también. Este blog es literario, pero no encontraremos sólo literatura aurisecular. Realmente el nombre alude a esa literatura escrita en cualquier época que, para cada uno de nosotros, representa algo valioso. Personajes que, como Úrsula, Christopher, Ainur, Juan de Olid, o el comisario Vázquez nos han enseñado a luchar contra la adversidad. Novelas como Cien años de soledad, En busca del unicornio, o La verdad sobre el caso Savolta que, han cubierto de oro el siglo XX. Autoras como Eugenia Rico o Espido Freire, que consolidan el papel social de la mujer en el siglo XXI.


Este lugar queda destinado a la reflexión, al debate, a la interacción de todos aquellos a los que nos gusta leer, de todos los que disfrutamos con nuevos escenarios, otras posibilidades e infinitos puntos de vista.

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